18.11.07

Otro estrepitoso desconsuelo.

Para qué enumerar nombres de seres humanos admirados por sus capacidades creadoras? El hombre es tanto creador como creado, y en esa ambigüedad socrática todo parece definitivamente cuántico. El hombre, uno. Lo demás, cero.
Separar biótico de abiótico es demasiado estúpido para proponerlo. Y hablar sin sentido ni propósito de campos de energía inmesurables no conduce al simple acto de clasificación exhaustiva que jamás se habría dado sin forzar.
Lo que quiero decir en este texto que no tiene cohesión ni propósito estático es que los textos que aparecerán aquí serán extractos de mi literatura, espacios vacuos entre la discreta marcha de letras de mis novelas o simples paseos mentales escritos que no desean ni buscan feedback.
El modo entonces para proceder en esta maravillosa página es formar parte o desarticular el proyecto. Su voz, lector, está delineada por sus comentarios. El proyecto no se limita a mis palabras, ni tampoco a las suyas. El caos sugerido tiene olor a melancolía; un olor de humedad ácida mezclada con jazmín.
El final, el principio y todos esos otros puntos abstractos de ubicación humana se ven superados por el proyecto. Todo lo demás, la literatura, las 10 novelas en 2 pentalogías temáticas, es una y mil veces la Obra de la que aquí y allá se hablará.
Otros motivos debe haber para que esta maravilla existencial no sucumba. Se verá en su momento. Tal vez los siguientes inputs sean citas directas. Eso habrá que esperar para ver.


Federico Grasso
18.11.2007

17.11.07

Comienza el proyecto.

Hace años un hombre bueno sonrió ante la idea de hacer un blog. Buscó sapiencia y algo de información y armó un rincón filosófico para sus amigos y otros seres invisibles que lo visitaran como deseosos de ser o no ser.
El tiempo se estaba acabando para él, pues en el inicio de la primer entrada de blog ese hombre estaba renunciando a su idea de concebir la literatura como arte excento de realidad retroalimentada. Lo hizo sabiendo que las consecuencias albergaban sensaciones de paz. Pero cuánta paz puede soportar un hombre.
Lo primero fue necesario. Lo siguiente fue intensional. Él sonrió ante la idea de un nuevo blog, un nuevo proyecto, una nueva luz.
Así digo que nació el proyecto AW. Con un solo hombre intentando descubrir a dónde arribaría con palabras en busca no de una única respuesta, sino de infinitas respuestas en infinitos instantes de tiempo. Una primavera ilustrada de Nortes que no confunden.
Bienvenidos al proyecto que ha vivido hace años. Y que hoy despierta como un nuevo germen de esta hiperpoblada e insipiente internet.

Federico Grasso
17.11.07